Sucedió en la boda del sobrino. En un momento determinado hubo un tumulto de gente en la mesa de los novios. Me acerqué a ver qué pasaba. Unos amigos llevaban un contenedor que, a juzgar cómo lo transportaban, pesaba mucho. Intrigado pregunté al invitado mas cercano.”Es un contenedor de besugos, aunque no sé si hay besugo dentro”, me contestó. “¡Uy!. Pensé que era una canastilla de incongruencias”. Por la mirada que me dirigió entendí que no sabía qué era eso.
¿Qué es una canastilla de incongruencias? Este es un asunto que me ha intrigado durante cuarenta años. Cuando yo iba a la Universidad, casi todos los días me cruzaba con una mujer de aspecto estrafalario, cuya cara me recordaba poderosamente a las pinturas de Giuseppe Arcimboldo cuyas caras están construidas con frutas. Aquel día estaba hablando sola, muy agitadamente; al paso, no entendí lo que decía pero sí me quedé con ”…canastilla de incongruencias…”. Al principio no le dí importancia, pero mas tarde lo recordé y me pareció absurdo. Una canastilla es un cesto pequeño, fino, para guardar objetos delicados, labores de costura y cosas así, es un objeto físico. Una incongruencia es una incoherencia entre dos conceptos, algo conceptual sin una presencia física. ¿A qué viene juntarlos? Decidí que el próximo día la abordaría y se lo preguntaría. Curiosamente, ese día no llegó nunca. Jamás volví a verla. Para encontrarla, cambié mis hábitos, adelanté y retrasé la hora en la que iba a la Escuela de Aeronáuticos. Deambulé tardes enteras por el paraninfo de la Universidad y las Facultades próximas. Nada. Como si esa persona nunca hubiera existido.
Estaba tan intrigado que investigué, consulté libros de filología, de gramática, pregunté, indagué, en la creencia que aquel conjunto de palabras era una metáfora. No encontré nada. Finalmente, abandoné la búsqueda.
Pasaron los años, Mercedes y yo nos casamos, tuvimos hijos y, un buen día, estando con uno de los niños, me vino de nuevo a la mente. ¿Y por qué tenía que ser una metáfora? Tal vez era un objeto de otra dimensión. De la misma forma que un cuadrado es la proyección sobre una superficie plana de un cubo y éste, a su vez, la proyección de un hipercubo que no podemos ver porque está situado en una dimensión superior. ¿No podría ser la dichosa canastilla, un objeto situado en otra dimensión? Aquélla mujer tenía un aspecto extraño, no normal, tal vez fuera de otro mundo. Otra idea me vino a la mente. Los cerebros de mis hijos eran cerebros jóvenes, nuevos, prácticamente sin estrenar, tal vez guardasen memoria de hechos ancestrales o conexiones con otras dimensiones. Como la cosa más natural del mundo, le pedí que fuese a su habitación y me trajese la canastilla de incongruencias. El niño, obediente, fue a su habitación, tardó un buen rato por lo que comencé a albergar alguna esperanza. Al cabo, volvió con las manos vacías. ¿Y la canastilla? Con su media lengua de trapo me dijo que no había encontrado la canastilla de “inconmunencias”.Pero, le repuse ¿Tú sabes lo que es? Hizo un expresivo gesto con la cara y las manos como si no encontrase las palabras. Luego lo sabe, pensé. Durante algún tiempo estuve enviando a los dos a buscar la canastilla, porque descubrí que era una forma de tenerlos entretenidos. Al final, abandoné desilusionado la búsqueda porque los resultados fueron infructuosos.
No ha mucho leí que los cosmólogos habían descubierto que vivíamos en un Multiverso, una especie de panal de miel infinito donde cada celdilla es un Universo.
En un espacio de tal infinitud todo es posible, hasta que, incluso, una persona igual a mí esté escribiendo esto en algún lugar situado a una distancia inconmensurable. De la misma forma, en un multiverso tan grande la canastilla de incongruencias debe estar en algún lugar.
Sin embargo, perdida ya toda esperanza, lanzo esta desesperada pregunta ¿Alguien sabe qué es una canastilla de incongruencias?
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1 comentario:
De verdad.¿Nadie sabe qué es una canastilla de incongruencias?
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